Este mes de febrero me gustaría hablar sobre el tema de la
verdad y sobre lo que sabemos.
Me llamo la atención en clase una frase que fue algo así
como: Si tienes una duda sobre una regla de deducción inductiva solo tienes que
pensar un poco y la puedes sacar por tus propios medios. Una vez escuchado esto
tuve una duda ¿Por qué o como puede ser que podamos saber cosas como leyes
físicas o astrología que son indudablemente conceptos muy complicados y a
simple vista ideas incomprensible para personas normales, pero no lleguemos a
dominar saber algo tan nuestro como son las bases de nuestra mente y manera de
pensar que son las leyes de lógica inductiva?, ¿Hasta dónde podemos llegar como
especie sin conocernos a nosotros mismos?, porque esa en una verdad, aunque podamos entender la lógica que tenemos
muchos de los mecanismos que usa nuestro cerebro siguen siendo un misterio, un
ejemplo de esto puede ser en la manera de recibir información, todos y cada uno
de nosotros recibe la misma información en clase (sin contar su atención) pero
algunos de nosotros pueden tener dificultades con esa clase mientras que otros
cogen las ideas ‘al vuelo’, pero no solo al recibir información también cuando
la damos, mi manera de redactar es distinta a la de todos mis compañeros porque
me expreso de una manera propia porque mi cerebro funciona de manera distinta a
la de todos los demás, y la de ellos también es diferente entre sí.
Todo esto me hace pensar que cuando dominemos nuestra mente
y sus funcionamientos podremos llegar mucho más lejos, por ejemplo, imaginemos
que soy una persona a la que le dan un martillo y le ponen un clavo en la pared
y le dicen que tiene que clavar el clavo con ese martillo, pero que nunca he
visto un martillo, puedo proba de muchas maneras, lanzando el martillo, dándole
con el mango… pero hasta que no sepa cómo funciona el martillo y como se usa mi
trabajo se hará lento y laborioso, pero cuando lo sepa podre clavar más clavos
en mas poco tiempo e incluso de una manera más profunda o eficaz que de
cualquier otra manera. Ahora cambiemos el martillo por nuestra mente, el clavo
por cualquier labor que la humanidad tenga, es obvio que pasaría algo parecido,
por lo que mi pregunta es ¿De qué nos vale saber nuestro alrededor si no nos
conocemos a nosotros mismos?